Tumaco "Perla turística"
A tan solo 284 Kms de Pasto, por una vía que entrelaza climas y paisajes de montañas, sabanas, selva húmeda, y bosques de niebla, hasta la exuberante llanura pacifica, se encuentra bañada por jadeante espuma, la perla del pacifico; que se ofrece a usted en tibias y tersas playas con ecos de cununos y marimba; y lo seduce con gastronomía se exquisitez, con frescos frutos del mar. La algarabía lo contagia y pronto ya es parte de un paisaje que le hace olvidar la rutina y la fatiga.
La sombra de un enorme ficus que emigro de Senegal, caracteriza el tradicional parque Colon; Tertuliaderos de ambulantes ocasionales y sombra de furtivos amantes que siempre regresan a escampar sus soledades.
La cultura Tumaco tuvo asentamiento en esta región de archipiélagos, tolas y laberínticos manglares que intercambian vida en los vaivenes maréales. Aves, flora, plantas medicinales, currulao, arrullos y cuerpos que al caminar pareciese que danzan en playas con blancos encajes se espumosas olas, harán de la perla turística su destino preferido.
Itinerario sugerido para dos días
Primer día:
Antes de comenzar el derroche de placeres, se puede iniciar con una típica empanada de piangua o un cebiche de camarón. Que tal con una pipa de coco?. Visita a la ciudad. Recorrido por el parque colon. Se conocerá la historia de la cultura Tumaco y detalles de su fundación y doblamiento; se continúa en otro sector de la ciudad con la visita al monumento de la "pola" o de la Madre Muerta; se continua por el "templete" en la cancha de judas, testimonio de la visita de su santidad Juan pablo II; pasando por el puente el Morro se visita el Faro en el cerro tutelar se la isla, en la capitanía del puerto desde donde se divisa una hermosa panorámica con paisaje de mar, urbe y manglar.
Para el almuerzo comida de mar. Que tal un pargo encocado!
Tarde de sol y bronceado en las playas del Morro; con brisa que atenúa los fuegos celestes y el calor de cocteles marinos. La noche mantiene la temperatura con una fogata en El Bajito; playa iluminada por antorchas y el resplandor en una noche de luna. La danza se da avivada por el ritmo jadeante de currelaos, bambucos, mapalès y cantos alegres que aran de esta velada una noche maravillosa a la orilla del mar.
Tarde de sol y bronceado en las playas del Morro; con brisa que atenúa los fuegos celestes y el calor de cocteles marinos. La noche mantiene la temperatura con una fogata en El Bajito; playa iluminada por antorchas y el resplandor en una noche de luna. La danza se da avivada por el ritmo jadeante de currelaos, bambucos, mapalès y cantos alegres que aran de esta velada una noche maravillosa a la orilla del mar.
Segundo día:
Por laberínticos esteros que forman el manglar con su verde follaje, se viaja a la isla de "bocagrande" en su recorrido se visita "vaquería" poblamiento de los anteriores habitantes de la isla; se continua el recorrido por los senderos de plantas medicinales, donde habrá lugar para un ceviche de concha. Ya en bocagrande donde " el mar borda luceros en el filo de la playa" - según inspiración del poeta tumaqueño Faustino Arias- se podrá jugar con grandes olas y extensas playas que le harán sentir la inmensidad del mar.
Hora de almuerzo; la variedad de fruto del mar de exhibirá un bufete esplendoroso para que los visitantes prueben la exquisitez de la gastronomía de la región: carapacho de cangrejo, camarón, jaiba, concha, langostinos, pescado y otras ricuras hechas con coco por manos de mujeres con corazón.
Pletóricos de todo este viaje sensual, se emprende camino para un pronto retorno.
Pletóricos de todo este viaje sensual, se emprende camino para un pronto retorno.
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